martes, 19 de agosto de 2014

Segunda sesión.

Hacía una semana de mi primera visita al psicólogo, y ya tenía claro que debía volver a su consulta. Necesitaba que me escuchara, desahogarme un poco también y borrar de una vez todo lo que me atormentaba de mi cabeza. Y en el fondo, me volvía loca el hecho de no saber qué clase de conclusiones podía sacar la doctora de mi historia.

+Un placer volver a verla, aunque en realidad que alguien vuelva a un psicólogo no es motivo de alegría... Dejémoslo en que me alegra volver a verla como colega.

-Igualmente, doctora. He estado a punto de echarme atrás, pero finalmente decidí volver, por mi bien,

+No tienes que dar explicaciones a nadie, aquí cada uno viene cuando realmente quiere. Y bien, si estás preparada, me gustaría saber como continua la historia de hace una semana.

-Como le conté, yo no quería deshacerme de mi amiga así como así y eso empeoró mucho las cosas con mis amistades y mi chico. Cada día iba a peor. Primero discutíamos, luego me buscaba y me pedía perdón y yo la perdonaba, pero el dolor permanecía siempre intacto. 

+Pero, ¿qué daño te hacía ella? Es decir, ¿cómo te atacaba? ¿Es que te pegaba?

-Nunca me puso la mano encima, el daño era psicológico. Hacía comentarios despectivos sobre qué llevaba puesto, me llamaba flacucha y fea, me decía que nadie me quería realmente ni si quiera mi novio, que jamás atraería a nadie físicamente... Y yo me lo creía todo. Es decir, mírame. Ella tiene razón. Nadie se fijaría en mi porque no llamo la atención.

+Interesante... Así que tu amiga, probablemente celosa de ti, te atacaba psicológicamente para ella sentirse mejor, y tú alimentando su ego siguiéndole el juego.

-Para nada, ella no sentía celos de mi. Me decía que quería ayudarme a mejorar, que me iba a cambiar para que gustara más a simple vista, pero luego nunca lo hacía. Simplemente, cuando tenía ocasión me atacaba sin parar hasta debilitarme por completo. Era una continua lucha donde yo siempre perdía.

+¿Nunca te has enfrentado a ella? Es decir, ¿le has plantado cara para que pare alguna vez?

-Constantemente. Me dice que no volverá a hacerlo y que ella lo siente más que yo, pero al día siguiente volvía a la carga, como si se le olvidaran sus propias palabras. 

Estar hablando de todo esto me sentaba bien pero a la vez también me dolía. ¿Y si ni si quiera un psicólogo podía ayudarme con esto? Entonces todo se me vendría abajo. No habría nada más que hacer y tendría que soportar esos ataques otra vez, cada día, hasta que mi amiga se cansara de mi. 

+Esto es extraño. Yo te miro y veo en ti a una chica fuerte y valiente, independiente y por supuesto capaz de obviar lo falso y hacer frente a lo verdadero. Lo que no entiendo es como es posible que a pesar de que tú eres así, te dejes llevar tan fácilmente por un amiga, le creas todo y cuanto sale de su boca, y mucho peor, que no zanjaras todo esto desde el primer momento que comenzó a atormentarte. ¿Quién demonios es esa chica?

-Soy yo. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario